Mundo Estrepitoso
Un mundo cuajante y poco
Consternado como un oso
Lleva su camada a un
Bosque lejano… aún
Abarcando un cálido frío
En altas montañas con viento
Como un gran convento
Lleno de lagos y un río.
Una amarga y fría vida
En un mundo estrepitoso,
Cada sol frío, una cálida
luna
Llena de un vapor oloroso
Que deja escapar una huida.
Como una almohada, acuesto
Mi anhelada cabeza como
Una balanza ha pensado
Una larga soga que ahogado
Algunas penumbras encarnadas
Y descaradas.
Un gran estruendo
Se apega a un trueno
De una mortalidad ajena
A una lujuria que apena.
A veces espero un cálido y
gran
Abrazo de la dulce pena,
Pero aún muy lejos estoy de
ella
Y algún día a mi lado
estará.
Temblorosa mi mano escribe
Algo de este pequeño relato
Que, muchos perciben como
Una total y alocada idea.
Aquél mundo estrepitoso
Se reencarnará en su forma
Más natural y su aroma
Se contemplará en todo.
Una gota de agua cae
Sobre mi regazo,
Tan sutil como su sonido,
Un grito silencioso
Se deja escuchar
Una caída del infinito
Plano que degolla
A más no poder una
Artimañana de un estrepitoso
Mundo.
Quisiera escapar de mí mismo
Y poder comenzar una vez
Más una aventura que ves
Como quien mira a un sismo,
Respirar un aire fresco
De la mañana, del ocaso
Quiero aceptar su mano
Como un fruto seco.
Claveles se levantan al
Unísono,
Rosas que caen marchitas
Al llegar su propio deceso
Por un mundo de receso
Infinito.
Mirar al infinito sin razón
Aparente
Y buscar la razón de aún
Querer seguir siendo yo
En un oscuro y pretencioso
Mundo que te exprime
Hasta la última gota para
Liberarte a una segura
Y absoluta perdición
Total…
Un poco de tiempo para estar
Entregando un poco de
Tales estróficos apasionados
Y lúgubres llantos
consonantes
Llenos de una inerte movida
En un mundo estrepitoso.
Cada día, cada noche
Cada mañana, cada crepúsculo
Aparece siempre en desdén;
Cada sol, cada luna
Aparece para calmar
La desolación que me queda.
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